La mayoría de las cosas que he escuchado/leído en internet sobre «Tan poca vida» son:
«Es demasiado triste, tan triste que es innecesario, incluso inverosímil».
«Fue demasiado para mí, no lo lean, no es necesario sufrir de gratis»
«No es posible que en la vida real a alguien le pasen tantas desgracias».
Mi miedo más grande y la razón por la que lo tuve por más de dos años abandonado en el librero se hizo realidad cuando lo leí: «¿y si mi trauma es lo que es demasiado para los demás?»… Porque sí, en Tan poca vida nos encontramos de frente con una víctima de abuso sexual infantil. Pero no solo eso, una víctima que tiene que intentar (sobre)vivir con todas las consecuencias que implica el haber sufrido de ASI y el haber perdido a un nivel tan grande su confianza con el mundo y consigo mismo, que no puede hablarlo porque la culpa lo deja ciego; por lo tanto, al no poder hablarlo tampoco puede sanarlo. Y a estas alturas para mí ya es muy obvio que la mayoría de la gente NO QUIERE enfrentar este problema… convirtiéndose entonces, en parte del problema.
Sé que es mucho más fácil hacer como que nada pasa, como que no es algo tan grande, como que no conocemos al menos a una persona en nuestro círculo cercano que llegó a vivirlo. Y lo sé porque yo misma hice eso por años, lo sé porque era mucho más cómodo callar, lo sé porque mi relación con la sociedad solía ser más fácil de esa manera, pero no mi relación conmigo.
Creo que me identifiqué con este libro a un nivel tan personal, que no he podido dejar de pensar en él, ni de hablar de él y sinceramente quisiera que más personas lo lean, pero más que eso, me encantaría que la gente esté más dispuesta a incomodarse… a escuchar de la propia voz de lxs sobrevivientes que sí, que el abuso sexual infantil EXISTE, que es un problema enorme que nos debería de preocupar a TODXS.
¡Dejemos de encubrir abusadores!
¡Ya basta de que lxs víctimas carguen con una culpa que no les pertenece!
¡Cambiemos la vergüenza de lugar!
La prevención comienza hablando y escuchando, no basta con decir que estás en contra del ASI. El mundo necesita aceptar que estas cosas pasan más cerca y más seguido de lo que imaginamos, que muchxs víctimas se quedan en el víctimas y que nunca llegan a ser sobrevivientes; en cambio muchxs se quedan toda su vida dentro de una burbuja, una pecera, un agujero…. que lxs obliga a vivir todos sus días en modo automático; que hace que no se den cuenta de la autodestrucción que fabrican todos los días y que lxs aísla de todo.
Soy muy afortunada porque hoy me reconozco como sobreviviente, pero Jude siempre tendrá un lugar reservado en mi corazón porque me recuerda a esa Tere que fue víctima por tantos años y que como estaba tan acostumbrada a la oscuridad, no tenía idea de la existencia de la luz.
Para Jude, para Tere, para Bele, para Natalia, para S, para Alma, para Fer, para Erika, para Uriel, para Paty, para Ari, para M, para para Charlie, para todxs lxs víctimas que aún no hablan:
YO SÍ TE CREO.